Blogia

Raiba

Persoas Unidas para Tentar Aliviarnos da SGAE (P.U.T.A.SGAE)

Pois iso: PUTASGAE con dispensa das putas.

Perdón, señoras

Porca miseria

Porca miseria

E acordas Hai que botalos! e xúntaste e curras e te esforzas e os botamos. E despois os que chegan novos, eses de aí ao lado, son abducidos polos que ti creías que botaramos. E seguimos na mesma. Porca miseria

Doce natal

Doce natal

Reproduzo aquí unha importación dalí. Gozade do natal mercando e consumindo a tope. Gozade da "felicidade" na que vivides mentres dure. Calquera día destes virán a pasarnola factura

Carta a los Reyes Magos como ejercicio antinavideño
Mujerpalabra.net




En mujerpalabra.net, portal rebelde, crítico y creativo, han abierto un espacio para debatir sobre el consumismo navideño. Entre las aportaciones hay una curiosa propuesta, cuentos antinavideños que estudiantes de secundaria (de 15 a 18 años) han escrito en un taller de literatura del colegio JOYFE. Incluímos uno:
CARTA A LOS REYES MAGOS
Paula Fuertes (1º Bach. F)
Aquellos días eran los peores del año - Pensaban -. Había mucho trabajo, ya que las primeras cartas comenzaban a llegar para el día 20.
Muñecas de moda, coches, juegos de mesa...
El género casi siempre era el mismo con la única diferencia de que cada año aumentaba increíblemente el coste.
Baltasar revisaba un montón de cartas. Menos mal que está disminuyendo la natalidad, porque con lo caprichosos que son estos críos...
De pronto encontró una epístola sin remitente. Sobre el papel, reciclado, letras borrosas...
La abrió cuidadosamente, para no dañarla.
Queridos Reyes Magos:
Este año no ha sido el mejor para mí. Esta primavera, unos señores de uniforme ocuparon nuestro país. Conducían unos coches muy raros. Al principio sólo estaban allí, y todos nos preguntábamos por qué. Siempre creí que papá lo sabía, pero nunca decía nada, y algunas noches oía a mi madre llorar silenciosamente en su cuarto.
Sin embargo, un día se empezaron a escuchar sirenas y bolas de fuego comenzaron a caer del cielo sin cesar. Tenía miedo, y al salir de la escuela corrí hacia casa.
Cuando llegué mi madre lloraba, pero esta vez sus llantos no se quedaban en su habitación e inundaban toda la casa. Papá había muerto; había sido alcanzado por una de aquellas bolas de fuego que arrasaban con todo lo que encontraban a su paso.
Desde aquel momento en mi interior vive un sentimiento que me devora día a día, y palabras como VENGANZA o JUSTICIA suenan en mis doloridos oídos. Suenan más fuerte que las sirenas, más fuerte que las explosiones.
No quiero sentirlo, sólo quiero conseguir paz y que todo vuelva a ser como antes. Quiero ver a mi padre cuando vuelva de la escuela; quiero jugar con él al fútbol; quiero que me aconseje cuando me enamore...
Pero nada será así porque mi padre no va a volver nunca, porque mi padre ha muerto por la ambición de los ricos.
Así que, señores Reyes Magos, yo sólo les pido que todo el dolor, el horror, el miedo o la impotencia que sentí o que aún estoy sintiendo, sea lo único que experimenten aquellos que denominaron a esta guerra como justa y necesaria.
Con cariño y quién sabe si hasta el año que viene.
Amed.
Baltasar echaba la carta al fuego mientras miraba a Gaspar.
  ¿Qué, otro que pide cosas imposibles?
  Sí. ¡Qué críos más caprichosos!
www.mujerpalabra.net